Acto en conmemoración de la Nakba
16 de mayo, 2024
Plaza de la Constitución, Santiago de Chile

Bienvenidas y bienvenidos, autoridades presentes y a todas las personas que se suman a este acto conmemorativo. 

Hoy nos convocamos a conmemorar una catástrofe, un rito de memoria que no es ajeno a ningún pueblo. Las catástrofes, todas con sus particularidades, hermanan a los pueblos oprimidos. Hoy conmemoramos la Nakba, la catástrofe palestina.

El 15 de mayo de 1948, el proceso de colonización sionista de Palestina experimenta un momento crucial. Se hace realidad el peor de los temores de la población nativa de la palestina histórica, árabes, judíos, cristianos y musulmanes. El movimiento sionista, con el respaldo de las potencias imperiales, oficializa su proyecto colonial en la forma de un Estado, aunque ya llevaba décadas persiguiendo y expulsando a palestinos de sus hogares, aldeas y ciudades.

La historia no es compleja, ni tiene tantas sutilezas, si es que nos atrevemos a decir la verdad: Palestina, desde el río hasta el mar, está bajo ocupación desde hace 76 años; la limpieza étnica y el ánimo genocida ha sido parte fundamental del Estado sionista desde su trágico nacimiento. Ese es el punto de partida de cualquier historia moderna de Palestina; esa es la verdad histórica que sostiene nuestra lucha contra el genocidio y la ocupación.

Decimos que conmemoramos 76 años de la Nakba, y esto significa que conmemoramos el año número 76 de esa catástrofe permanente que ha vivido el pueblo palestino.

Una catástrofe que nos hermana con otros pueblos oprimidos. Nos hermana con el pueblo judío europeo, perseguido por siglos y masacrado por el fascismo; nos hermana con el pueblo armenio que fue víctima de un genocidio también; nos hermana con el pueblo mapuche y su lucha ancestral; y con todos los pueblos que han enfrentado la arrogancia y la crueldad de conquistadores, colonos y ejércitos imperiales. 

Conmemoramos el año 76 de la Nakba con un desgarro en el corazón. Somos testigos de la peor ofensiva colonial israelí en décadas. Por eso, nos reunimos hoy en memoria de todos y todas las palestinas asesinadas por las bombas israelíes, estadounidenses y europeas que se lanzan sobre Gaza; en memoria de los cientos de asesinados y miles de desplazados en Cisjordania a manos de las pandillas sionistas.

Y nos reunimos aquí, frente al Palacio de La Moneda, para hacer un acto de memoria con mirada de futuro, haciendo un llamado al gobierno de Chile a asumir un rol activo en la defensa de los DDHH a nivel internacional sumándose a la demanda de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia, a cortar los lazos diplomáticos, comerciales y militares con Israel, y a contribuir a que otros países hagan lo mismo. Hasta que se detenga la masacre, hasta que pare el genocidio, hasta que no haya más ocupación. 

El proyecto colonial de Israel es hoy la principal amenaza para la democracia, la libertad y la paz en el mundo. En su defensa se cometen violaciones a los derechos humanos en Palestina y en las así llamadas “democracias occidentales”. Antes de que sea demasiado tarde, debemos actuar. En Palestina está en juego el destino de la humanidad. 

A todos ustedes, gracias por estar aquí.