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Día de Conmemoración del Holocausto Gitano (Genocidio Romaní y Sinti)

El pueblo gitano ha sufrido discriminación, racismo, marginación y persecuciones que, durante siglos, lo han llevado a desplazarse por el mundo.

La persecución más cruel en su historia tuvo lugar durante la época del nazismo en Europa, cuando la población gitana, sobre todo las comunidades roma y sinti del continente, fue deportada a Alemania y Polonia. Fueron apartados en ghettos y campos de concentración, sometidos a experimentación médica, como la esterilización, encarcelados, obligados a realizar trabajos forzados, sometidos a condiciones de vida inhumanas y exterminados de manera sistemática. Algunas fuentes hablan de 300.000 víctimas, otras de 500.000, y hay quienes calculan que se superó el millón de romaníes y sintis asesinados durante el Holocausto.

Se calcula que el 80% de la población gitana europea fue exterminada. Sin embargo, antes de la caída del III Reich, muchos documentos fueron quemados, impidiendo una contabilización exacta. Durante los juicios de Núremberg, los testimonios de los romaníes que sobrevivieron fueron silenciados.

El 2 de agosto de 1944, las SS desmantelaron el campamento gitano en Auschwitz-Birkenau, llevando a la muerte a 4.300 niños, mujeres y hombres gitanos en las cámaras de gas del campo de exterminio. Conocido como el “Holocausto olvidado”, el genocidio gitano o “porraimos” en lengua romaní, padeció el ‘olvido’ de la historia oficial durante décadas. La historia también discrimina.

No hubo testigos romaníes en los juicios de Nuremberg. Desde Alemania se señaló que “los gitanos eran perseguidos bajo el régimen nazi, no por razones raciales, sino por ser asociales y criminales”.

En Alemania, el genocidio fue negado durante décadas. Los perpetradores en la policía continuaron el registro racista con los archivos nazis, impidiendo que se reconociera la persecución, lo que supuso un trauma adicional para los supervivientes, que también afectó a las segundas y terceras generaciones.

Desde la década de 1970, activistas e investigadores han luchado para que este genocidio sea reconocido, como parte de un movimiento más amplio por los derechos de los romaníes, la justicia y la dignidad de los fallecidos, y para poner fin a la discriminación, discursos de odio y ataques contra esta población en Europa. Sin embargo, tras 80 años del Holocausto gitano, los romaníes siguen sufriendo el antigitanismo, mientras que el antisemitismo es públicamente inaceptable en la mayor parte de Europa.

Existe un negacionismo generalizado acerca de este fenómeno, que supone un obstáculo clave para el éxito de la inclusión social de esta población y el pleno respeto de sus derechos humanos.El genocidio romaní y sinti fue oficialmente reconocido por Alemania en 1982. En 2012, se inauguró un monumento al genocidio romaní en Berlín. En 2015, el Parlamento Europeo aprobó una resolución pidiendo que el 2 de agosto sea reconocido como el Día Europeo de Conmemoración del Holocausto Gitano. En 2016, Francia se disculpó por primera vez por su colaboración en los crímenes nazis contra los romaníes y los sinti. En 2021, Rumania aprobó la primera ley en Europa para combatir el discurso de odio contra los romaníes, la minoría étnica más grande de su país. Hoy, Hungría, Polonia, Eslovaquia y Ucrania observan el 2 de agosto como el Día de Conmemoración del Genocidio Romaní y Sinti.

La continua marginación de los grupos romaníes, gitanos y nómadas en Europa, significa que la lucha por el reconocimiento del genocidio nazi contra los romaníes y los sinti continúa. En los últimos años, ha aumentado la concienciación sobre el genocidio romaní, pero aún queda mucho por hacer para fortalecer la memoria histórica.