La importancia de la elección de Yahya Sinwar como sucesor del líder asesinado Ismail Haniyeh, niega enfáticamente a Israel cualquier logro por el asesinato de Haniyeh, para el cual la Ocupación tenía múltiples objetivos.

Israel esperaba crear un vacío de poder que sería llenado con una figura menos cercana a Irán y al Eje de la Resistencia. Sin embargo, la elección de Sinwar hunde rotundamente esa esperanza: Sinwar es una de las figuras más cercanas al Eje de la Resistencia e Irán.

Sinwar está firmemente arraigado en Al-Qassam, con quien ha compartido firmemente la ciudad-túnel debajo de Gaza. Elegir a Sinwar equivale a elegir a Al-Qassam sobre cualquier otra subfacción dentro de Hamas. Sus ramificaciones políticas más amplias son extensas.

Es posible que la actual espiral de muerte histérica de la ocupación pueda llevarlos a intentar asesinar a cualquier figura que sea elegida a continuación.
Sinwar, por otra parte, es la única persona a la que más desesperadamente han querido llegar durante 10 meses, y no lo han logrado.

La elección provoca al enemigo con una figura a la que no han podido asesinar, a pesar de toda su rabiosa desesperación.
Esta elección también confirma el bienestar de Yahya Sinwar, de quien Israel podría haber esperado que hubiera sido asesinado en los últimos 10 meses, pero no: no sólo está vivo sino que su peor pesadilla es ahora el hombre a cargo de todo.

Esperaban que el martirio de Haniyeh debilitara la resistencia. Sin embargo, la resistencia con todas sus facciones, siempre ha enfatizado que el martirio de sus líderes sólo los ha hecho más fuertes; un hecho del que la historia ha dado innumerables testimonios.

Sus propias acciones, que llevaron al ascenso de Sinwar a la más alta posición, son quizás uno de los mayores ejemplos que ha creado la triste historia de la Ocupación.

La elección de Yahya Sinwar es un golpe maestro que, en una sola arremetida, deshace todo lo que la Ocupación podría haber esperado lograr.

Asesinaron a Haniyeh, el principal negociador de Gaza, y así es como recibieron una afrenta por respuesta: la elección del hombre que planeó el Diluvio de Al-Aqsa, en su lugar.
Yahya Sinwar, el arquitecto del Diluvio de Al-Aqsa y el símbolo máximo del camino de la lucha armada y la liberación de Palestina, es ahora quien está al mando.